La noche se presentaba despejada, nada hacia presagiar el desenlace final. Por la madrugada se tapa el cielo, la borrasca por el golfo de Cádiz que hace de puerta de entrada a Andalucía. Las horas pasan, los kilómetros devorados conducen al este. A las 6 me levanto, no lo intuyo, a las siete chispea y la calma es inquietante, Un sólo grado nos separa de los negativos... y comienza, sobre las 7h. Cinco horas de ilusión, expectación, duda, asombro que dejan estampas que borra la propia lluvia que precede a la nieve.